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Fuente: La Tercera – Pulso
Hoy la legislación chilena obliga a que cada factura se emita y circule en forma electrónica, lo que permite diversas ventajas, tanto para el emisor como para el receptor del documento.
El uso obligatorio de la factura electrónica por parte de las empresas, como también otros documentos tributarios como notas de débito, crédito y facturas de compra, son parte de la normativa vigente que estipula la Ley de Factura Electrónica, y que con su promulgación trajo diversos beneficios, como ahorro de tiempo y dinero, menos riesgo de pérdida de documentos y permite realizar cesión de facturas en forma simple y en línea.
Y precisamente con la implementación de la facturación electrónica, es que los procesos de facto-ring se han agilizado, debido al seguimiento que se le puede hacer a los documentos requeridos, como también la rapidez que permiten las plataformas digitales. “Esto facilitó el desarrollo de lo que hoy podemos llamar el factoring electrónico. Actualmente, todas las operaciones son electrónicas, lo que ha favorecido el surgimiento de plataformas para el financiamiento de facturas”, explica Christopher Bosler, gerente general de la Bolsa de Productos, plataforma regulada que entrega la infraestructura necesaria para transar productos, contratos y facturas.
En esa línea, el ejecutivo indica que las facturas electrónicas ante la nueva regulación tienen una ventaja fundamental y que está por sobre cualquier característica: la seguridad.”Los cambios regulatorios de los últimos años han reforzado la factura como instrumento financiero, haciendo mucho más fácil su validación, custodia y circulación. Esto hace de las facturas un instrumento mucho más seguro desde el punto de vista operativo”, dice Bosler.
Asimismo, al igual que el resto del mercado, todas las facturas que se transan en la Bolsa de Productos son electrónicas.”Pero a diferencia de otras facturas transadas, las que se negocian en Bolsa de Productos, ya están irrevocablemente aceptadas, lo que quiere decir que tienen mérito ejecutivo y están confirmadas por parte del pagador. Esto da un grado de seguridad mucho mayor desde el punto de vista del riesgo operativo”, indica Christopher Bosler.
Pero también, el hecho de que hoy las facturas sean electrónicas ha llevado a incorporar innovaciones digitales que entregan mayor información, seguridad y eficiencia, como es el caso de la plataforma PuertoX, que puso en marcha la Bolsa de Productos.”Esta plataforma permite transar facturas acogiendo las necesidades de otros actores del sector financiero; y permite transar con otro tipo de riesgos y facturas que podrían no tener el mérito ejecutivo, con lo que abordamos a un porcentaje del mercado mucho mayor”, explica Bosler.