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Plazo es mayor al que predominaba antes de ley de pronto pago.
La ley con que el Gobierno buscó que las empresas pagaran en un máximo de dos meses a las pymes está logrando eso: que todas paguen a dos meses.
En promedio, en el tercer trimestre del año, las pequeñas y medianas empresas tardaron 59 días en recibir el dinero por parte de sus compradores, según el reporte que preparan cada tres meses la Bolsa de Producto, mayor mercado de facturas en el país, y la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech). Se trata de una cifra muy similar a la de 60 días que se verificó en el trimestre anterior, pero muy por encima de los 50 días en promedio que predominó en gran parte de 2018, antes de su promulgación a inicios de este año. Conocida como Ley de Pago a 30 Días, tiene como objetivo reducir el tiempo de espera entre la venta y la recepción del dinero.
Su implementación incluía una transición de dos años en que las grandes empresas podrían pagar a 60 días de plazo. ‘Lo que ocurrió y que se ve en la evolución de los promedios es que muchas empresas que antes pagaban en un plazo menor, tendieron a ajustar sus pagos hasta el límite de 60 días establecido en la primera etapa de implementación de la ley’, dice Christopher Bosler, gerente general de la Bolsa de Productos. ‘Esto se dio el trimestre pasado y se confirmó con estas cifras’. Para la Asech, es importante impulsar un cambio que realmente disminuya los períodos de pago.
‘Fue un avance, pero falta mucho por mejorar’, dice Soledad Ovando, directora ejecutiva de Asech. ‘El flujo de caja es crítico para las pymes y por las circunstancias del país es de máxima preocupación’. En este sentido, la dirigente gremial señala que es positiva la iniciativa de apurar el fin del período de transición de 60 días y pasar rápidamente a 30 días. ‘Si con la propuesta se vuelve a producir el ‘anclaje’ de plazos cuando comience la obligación de 30 días, podremos decir que fue una norma efectiva’, dice Bosler.