Fuente: Diario Financiero
El gerente comercial de la compañía, Javier Jara, explica que los focos están puestos en la custodia de facturas, apuntando al segmento institucional.
El gerente comercial de la compañía, Javier Jara, explica que los focos están puestos en la custodia de facturas, apuntando al segmento institucional.
Después de conseguir, hace menos de un mes, un cambio regulatorio que amplió el abanico de productos que se pueden custodiar en el Depósito Central de Valores (DCV), la compañía a cargo de resguardar activos avanza en su plan de crecimiento.
‘Hay una serie de documentos que siempre habían estado en el margen de la duda sobre si podíamos ser custodios, y con esta norma se despejaron esas dudas’, destaca Javier Jara, gerente comercial y de nuevos negocios de la firma, lo que ‘consolida’ su posición en el mercado financiero nacional. Si bien el cambio normativo abrió la puerta una serie de documentos que se pueden custodiar en el DCV, para Jara, uno de los puntos fundamentales es el del depósito de facturas, una iniciativa en la que trabajaron estrechamente con la Bolsa de Productos de Chile (BPC).
En parte, la medida apunta a atraer a inversionistas institucionales, explica. ‘Para ellos obviamente la custodia de este tipo de instrumentos es un tema relevante, y en algunos casos la normativa requiere que estén dentro del DCV’, señala el ejecutivo, agregando que ‘parte de las razones por las cuales estuvimos tanto tiempo empujando esta norma’.
Además, la incorporación de otro tipo de activos depositables también les da la posibilidad de ofrecer más alternativas para sus clientes: ‘Nosotros siempre hemos estado circunscritos a custodia de valores de oferta pública. Aquí se abre a otro tipo de documentos’, comenta.
De todos modos, esta es una arista que planean seguir expandiendo. Con el cambio normativo de marzo se abrió la puerta a diez nuevas categorías de activos –incluyendo certificados de depósito, cartas de crédito stand by emitidas por bancos y pólizas de seguros de garantía, entre otros–, lo que Jara califica como un ‘primer paso’. Lazos internacionales Eso sí, la arista de los documentos no es la única dimensión en la que el DCV está concentrado en crecer. El gerente comercial destaca que el año pasado la cartera de custodia internacional se duplicó y que ahora ronda los US$ 5.000 millones.
‘Hemos puesto muchas fichas en alianzas con depósitos de valores de Euroclear y de EEUU y MILA (Mercado Integrado Latinoamericano, el brazo bursátil de la Alianza del Pacífico)’, señala el ejecutivo. Eso sí, asegura que la mayoría del crecimiento en 2018 vino de Europa. Jara sostiene que siguen trabajando en perfeccionar la integración con los depósitos centrales de los otros países de la Alianza del Pacífico –Colombia, México y Perú– y que la relación con sus contrapartes en la región funciona bien. ‘Nosotros no tenemos trabas específicas.
Nuestro link ha funcionado bastante bien con los depósitos de los otros países’, señala. En esa línea, sostiene que mejoras de obstáculos tributarios y cambiarios ayudaría a traer más volúmenes, pero que no hay un elemento específico que pueda ayudar a la integración. Finalmente, otra área en la que quieren crecer es a través de la tecnología. ‘Tenemos un propósito de crecer en la oferta de negocios y ampliarlos a negocios también dentro del mundo más tecnológico, más FinTech’, dice. Agrega que por ahora, la alianza que tiene el DCV con Nasdaq ha ayudando en optimizar los servicios que ofrece, sin perjucio de poder avanzar en nuevas soluciones tecnológicas
En parte, la medida apunta a atraer a inversionistas institucionales, explica. ‘Para ellos obviamente la custodia de este tipo de instrumentos es un tema relevante, y en algunos casos la normativa requiere que estén dentro del DCV’, señala el ejecutivo, agregando que ‘parte de las razones por las cuales estuvimos tanto tiempo empujando esta norma’.
Además, la incorporación de otro tipo de activos depositables también les da la posibilidad de ofrecer más alternativas para sus clientes: ‘Nosotros siempre hemos estado circunscritos a custodia de valores de oferta pública. Aquí se abre a otro tipo de documentos’, comenta.
De todos modos, esta es una arista que planean seguir expandiendo. Con el cambio normativo de marzo se abrió la puerta a diez nuevas categorías de activos –incluyendo certificados de depósito, cartas de crédito stand by emitidas por bancos y pólizas de seguros de garantía, entre otros–, lo que Jara califica como un ‘primer paso’. Lazos internacionales Eso sí, la arista de los documentos no es la única dimensión en la que el DCV está concentrado en crecer. El gerente comercial destaca que el año pasado la cartera de custodia internacional se duplicó y que ahora ronda los US$ 5.000 millones.
‘Hemos puesto muchas fichas en alianzas con depósitos de valores de Euroclear y de EEUU y MILA (Mercado Integrado Latinoamericano, el brazo bursátil de la Alianza del Pacífico)’, señala el ejecutivo. Eso sí, asegura que la mayoría del crecimiento en 2018 vino de Europa. Jara sostiene que siguen trabajando en perfeccionar la integración con los depósitos centrales de los otros países de la Alianza del Pacífico –Colombia, México y Perú– y que la relación con sus contrapartes en la región funciona bien. ‘Nosotros no tenemos trabas específicas.
Nuestro link ha funcionado bastante bien con los depósitos de los otros países’, señala. En esa línea, sostiene que mejoras de obstáculos tributarios y cambiarios ayudaría a traer más volúmenes, pero que no hay un elemento específico que pueda ayudar a la integración. Finalmente, otra área en la que quieren crecer es a través de la tecnología. ‘Tenemos un propósito de crecer en la oferta de negocios y ampliarlos a negocios también dentro del mundo más tecnológico, más FinTech’, dice. Agrega que por ahora, la alianza que tiene el DCV con Nasdaq ha ayudando en optimizar los servicios que ofrece, sin perjucio de poder avanzar en nuevas soluciones tecnológicas
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