La actividad comercial en Chile describe un marco regulatorio perfectamente normado y con libertad de elección para quienes participan en él, procurando la minimización de los monopolios y el mejor aprovechamiento de la oferta y la demanda como fórmula de control de los precios e inflación.
El mercado de la cesión de facturas y activos es una más de las aristas de esta actividad. El factoring y las finanzas se mueven con dinamismo en el mundo bursátil y ofrecen alternativas inteligentes de liquidez y restauración de la solvencia económica de las empresas de todo tipo.
Por otro lado, las entidades que prestan servicios en este rubro permiten la llegada de inversionistas que aportan con gran parte de los fondos destinados a la compra de las facturas de los proveedores. Tanto la banca como las corredoras especializadas, brindan operaciones gestionadas ágilmente en conformidad con la Ley de Factoring y supervisadas por la Superintendencia de Valores y Seguros. De allí se desprenden alternativas de financiamiento para empresas pequeñas, medianas y grandes, basadas en los distintos tipos de factoring o en la Bolsa de Productos, bajo cuyas alas se desarrolló la Bolsa mi PyME, cuya principal función es el fomento a la liquidez de los pequeños y medianos empresarios.
La fórmula de financiamiento consiste en la compra de las facturas de un cliente de la Bolsa, puestas en remate por parte de una corredora asociada. Luego de la compra del activo, el inversionista entrega el dinero al proveedor y espera el plazo indicado cuando se optó por la cesión de factura para el pago de la misma. El negocio del inversionista está en la sapiencia con la que asume el riesgo implicado en la transacción, que está basado principalmente en la categoría comercial del pagador, sin importar qué tan gravitantes sean los ingresos de la empresa emisora de la factura.
El inversionista realiza un financiamiento a las empresas mediante el adelanto del pago de sus facturas que, si son a 90 días, por ejemplo, serán transformadas en liquidez en no más de 3 días en el bolsillo del proveedor de la factura o cliente de la Bolsa. El cliente, por otro lado, puede participar de la Bolsa una vez registrado en su plataforma. Luego, el proveedor deberá disponer de una factura con mérito ejecutivo para contactar con ella, mediante la Bolsa mi PyME, a los mejores inversionistas y corredoras para hacer efectivo su negocio.
Por otro lado, y no menos digno de valorar, es la simpleza de contar con un boletín mensual referente a la actividad financiera de la bolsa y la posesión de un simulador que permitirá cotizar y analizar previamente el resultado de una operación antes de iniciarla formalmente. Si te preguntabas cómo funciona el factoring en Chile, será mejor que te actualices y descubras las alternativas de financimiento que mejor se adapten a tu bolsillo.
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