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En nuestro afán por constituir una introducción explicativa al mundo de las operaciones de factoring, para hacer que cada vez más sean las empresas que participen del mercado de facturas y, de esa manera, propiciar el crecimiento de la industria en general, es que queremos acercarles un ejemplo ficticio de cesión de facturas, de manera muy simple, en el mercado del factoring tradicional.

Para nuestro ejemplo de factoring necesitaremos de una Compañía X de servicios común, que cuente con trabajadores –ya sea propios o provenientes de outsourcing- y que posea facturas vinculadas a empresas externas que le presten servicios. Estos servicios pueden ser de electricidad, agua, contabilidad, mantención, publicidad u otros de carácter básico paras las compañías.

En este ejercicio de factoring imaginario, supondremos que una de las empresas que presta o recibe servicios de esta compañía, tiene el compromiso de hacer un pago a la Compañía X a 90 días, puesto que así lo establece la factura en cuestión. Sin embargo, X necesita adelantar el pago de esa factura debido a que sufrió un periodo crítico y no quiere correr riesgos echando mano a sus ahorros o aplazando otras situaciones monetarias. Entonces X puede hacer uso del factoring para entregar esa factura a un inversionista que la compre por un precio menor al que se indica en ella, pero en un plazo acotado de 3 días, aproximadamente.


Tras toda esta gestión, la Compañía X dispondrá del efectivo que necesita para no tener problemas, a pesar de haber tenido que sacrificar un mínimo porcentaje que le diera el atractivo al inversionista para hacerse cargo de esa factura. Entonces, en ciertos casos prácticos de factoring, ese inversionista será el responsable cobrar la factura a la empresa que originalmente debía pagarla, recibiendo un saldo a su favor que hará que en este negocio ganen todos.


Tal como mencionamos, la Compañía X habrá descontado de su presupuesto un margen de esa factura para cubrir la operación. No obstante, la solvencia del cumplimiento de sus plazos lo habrá rescatado de pedir un crédito que, a la larga, reportará sacrificios económicos aún más grandes. Sin embargo, cuando se trata de la Bolsa mi PyME y la situación de una pequeña o mediana empresa, las ventajas y comodidades son todavía más notables. La aparición de un panorama de tasas mucho más favorable y la presencia de una plataforma como la nuestra, excepcional en transparencia y prestaciones, se está comenzando a instaurar como el mecanismo de financiamiento pro-pyme más moderno y económico.


Si hace falta un ejemplo, bastará con decir que la misma Compañía X, en la Bolsa mi PyME, solo deberá registrarse, completar su perfil y elegir el pagador que más le guste. De ahí para adelante todo es libertades y despreocupaciones, pues todo el trabajo duro se efectuará dentro de la bolsa y no quitará tiempo de trabajo al emprendimiento de la Compañía X, sin contar con que sus márgenes de utilidades habrán quedado casi intactos y en menor riesgo.


En el mercado actual, son muchos los ejemplos de factoring eficientes que dan cuenta de lo útil de esta herramienta, pero ningún mecanismo actual de financiamiento ofrece las garantías y respaldos que nosotros te entregamos en la Bolsa mi PyME.

No te quedes tú abajo y dale a tu empresa la alternativa de financiamiento más cómoda para sus características. Ingresa a nuestro simulador y conoce lo fácil que es hacerse parte de la Bolsa mi PyME.