La iniciativa busca evitar que las instituciones públicas se atrasen con los pagos.
En el evento, 20 stands de proveedores sacaron a relucir sus mejores productos para llamar la atención de los asistentes.
Chicos y grandes. Los empresarios de todos los tamaños quedaron felices en la cuarta versión del ‘ChileCompra Day’, en las dependencias del subsuelo del Parque Araucano. En la presentación de ChileCompra, la institución que pone el ojo en la plataforma de adquisiciones públicas del país, la atención se la llevó la nueva iniciativa #PagoOportuno, que espera enseñar a los más morosos el cumplimiento de los plazos de retribución. Ahora los proveedores podrán relajarse un poco más, esto porque las diversas instituciones del Estado tienen prohibido pasarse de los 30 días en el pago, con la excepción del área de la salud, que tiene un límite de 45 para realizar los pagos.
‘Hay un segmento que no está cumpliendo con los pagos y esto afecta directamente a quienes son el grupo más importante que participa en el mercado público, que son los micro y pequeños empresarios’, señaló Trinidad Inostroza, directora del organismo, que busca generar espacios de negociación entre MIPES (micro y pequeñas empresas) y los organismos públicos. En este evento se le dio la oportunidad a 20 stands para que se luzcan con sus productos. Las distintas firmas ofrecieron innovaciones en diferentes áreas para todos los asistentes, agradeciendo la vitrina que les ofrece Chile Compra y aplaudiendo la nueva iniciativa.
‘Esto del Pago Oportuno me parece genial para las pequeñas empresas, que en lugar de perseguir nuevos clientes deben ir tras la pista de quienes tienen que pagarle la factura’, aseguró Patricio Brieba, gerente general de la empresa Adapta, encargada del desarrollo de tecnologías para ayudar a personas con discapacidad a integrarse en ambientes laborales. Vicente Zabala, gerente general de Digital Marker, lleva poco tiempo trabajando con Chile Compra, pero ya está consciente del atraso que se puede dar en torno a las órdenes de pago. ‘Ya era una necesidad, son pocas las empresas o instituciones que cumplen con los plazos.
A pesar de que la orden dice 30 días, el promedio de tiempo que se demoran en pagar es de 60 días, y cuando la espera va más allá de un mes uno se empieza a apretar un poco’, afirmó Vicente, que se dedica a la venta de impresoras 3D y que sueña con ponerlas en colegios y universidades. La directora dice estar contenta por los resultados que logra el evento. Cree que ‘es una gran oportunidad para que los funcionarios públicos conozcan las nuevas tecnologías, y que estas puedan estar al servicio del Estado, y responder de manera oportuna a los ciudadanos’, cerró.
Fuente: La Cuarta
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