Para la Bolsa de Productos este ha sido un año plano, pese a ello, hay satisfacción con lo que ha ocurrido en la parte regulatoria, especialmente con la Ley de Productividad que permite que las facturas estén aceptadas por el pagador en 8 días, lo que a su juicio del gerente general de la Bolsa de Productos, Christopher Bosler, le da más profundidad y liquidez al mercado y Pymes que se quieran financiar. Pero señala que hay empresas locales que no están avanzando mucho en pagar de forma pronta a los proveedores.
-¿Cómo han visto este año en la Bolsa de Productos?
-Relativamente plano, pero sí hemos registrado un aumento de transacciones de facturas en orden del 10%. En términos regulatorios ha sido muy bueno, porque se acaba de aprobar la Ley de Productividad. Esto es bueno para el financiamiento de las Pymes, ya que permite que la factura estén rápidamente aceptadas por el pagador en ocho día, v eso ancle el mosto de vista bursátil es bueno porque permite avanzar aún más hacia la estandarización del activo y con ello es más fácil es de transar, mejor es el precio y más liquidez hay.
-¿Faltan cosas en términos legislativos?
-Estamos promoviendo aumentar el espectro de productos transables, como por ejemplo activos del sector minero o industrial. Es un proyecto de ley que está en el Senado hace mucho tiempo y lo queremos es tratar de reactivar en este eventual nuevo paquete de productividad.
-¿Cuántas corredoras actualmente hay en la bolsa?
-Tenemos 12 corredores de bolsa y varios interesados por empezar estos meses. El mercado que más les atrae es el de facturas, y eso porque en esta Ley de Productividad no sólo se acortó a 8 días, sino que se hizo mucho más sencillo la posibilidad de hacer un mercado secundario.
-¿Hay muchos problemas en la confirmación de las facturas?
-Empresas chilenas y locales grandes, en muchos casos, cuesta confirmar factura. Hay algunas que avanzan en hacerlo y otras no están interesadas en hacerlo.
-¿Por qué?
-Para muchas empresas grandes es un problema que haya un factoring y que esté una bolsa metida en la mitad, porque al final el pagador quiere tener una relación con su proveedor que le da más flexibilidad de manejar los plazos. En cambio cuando existe un tercero que compró una factura, ésta tiene un plazo de pago que se tiene que cumplir, entonces las empresas que están más débiles financieramente pueden no gustarle mucho el factoring y la bolsa, en cambio las que quieren dar señales de solidez financiera no tienen ningún problema con esto.
-¿Qué se puede hacer?
-Es un tema de difusión, sobretodo el cambio de ley. Este cambio de ocho días genera una necesidad del pagador de ser mucho más eficiente en su proceso de aprobación y pago de factura y esto pude promover ir a mecanismos más institucionales de pago como la bolsa. Además, que se cien cuenta que los inversionistas pagan más y fluyen más su inversión a compañías que son más sustentables.
Por: Felipe Brión
Fuente: El Diario Financiero
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