Fuente: El Mercurio
Se trata del segundo incremento consecutivo en la demora con que las pequeñas empresas pueden cobrar a las grandes por sus ventas.
La caja de las pequeñas empresas volvió a sufrir en este inicio de año. Esto debido a que las grandes compañías a las que venden sus productos extendieron nuevamente el plazo promedio con que pagan sus facturas. Así lo revela el reporte trimestral de la Bolsa de Productos de Chile (BPC) y la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), el que analiza la demora con que las compañías cancelan los documentos a proveedores que se transan en su mercado. De acuerdo al estudio del primer trimestre de 2019, basado en 11.345 facturas entregadas a 367 empresas pagadoras, el desembolso promedio para las pymes tardó 54 días.
La caja de las pequeñas empresas volvió a sufrir en este inicio de año. Esto debido a que las grandes compañías a las que venden sus productos extendieron nuevamente el plazo promedio con que pagan sus facturas. Así lo revela el reporte trimestral de la Bolsa de Productos de Chile (BPC) y la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), el que analiza la demora con que las compañías cancelan los documentos a proveedores que se transan en su mercado. De acuerdo al estudio del primer trimestre de 2019, basado en 11.345 facturas entregadas a 367 empresas pagadoras, el desembolso promedio para las pymes tardó 54 días.
Es un día más que en el trimestre anterior y tres días más que los pagos del mismo cuarto de 2018. Se trata, además, del segundo trimestre consecutivo de alza, en un período caracterizado por la discusión y preparación de la Ley de Pago a 30 días, que justamente busca reducir este tiempo con que las pequeñas firmas pueden cobrar a las grandes. La ley busca que a partir de 2021 las empresas paguen en un máximo de 30 días sus facturas, aunque desde mayo de 2019 aplicará un período de transición con un tiempo máximo de pago de 60 días. Justamente, la cercanía de esta ley podría ser uno de los motivos que explican el alza del pago promedio, según los autores del estudio.
‘Llevamos dos trimestres de aumento en los plazos, lo que marca un cambio de tendencia en relación a trimestres anteriores’, dice Christopher Bosler, gerente general de la Bolsa de Productos. ‘Uno de los elementos a monitorear es el eventual ‘anclaje’ que pudiera estar produciéndose en torno a los 60 días que permitirá la ley durante los próximos dos años, lo que estaría en contraposición al espíritu de la norma. Sin embargo, al menos esto ayudaría a uno de los objetivos centrales de la nueva legislación y que es aumentar las certezas en las fechas de pago’, añade. De hecho, el estudio muestra que pese a que subió el período de pago promedio, menos empresas sobrepasaron el límite de los 60 días. Mientras que en el último trimestre de 2018 el 35% de las facturas eran pagadas por sobre ese plazo, en este inicio de 2019 ese porcentaje bajó a 28,8%. De todos modos, este avance no es suficiente para las firmas que buscan ser beneficiadas. ‘La Ley de Pago a 30 días entra en vigencia en mayo; todas las empresas van a tener que ajustar sus plazos para pagar en 60 días por dos años y después en 30 días’, dice Alejandra Mustakis, presidenta de Asech.
‘Por lo mismo, es lamentable ver que aún hay empresas que no se ajustan a esto. Las pymes son un 97% de las empresas en Chile, tenemos que darles oxígeno para operar correctamente y así tener una economía saludable’, agrega. Los autores del estudio mencionan, además, otra razón para este incremento en el período de pago promedio. ‘Creemos que el mayor dinamismo económico ha incrementado los requerimientos de capital de trabajo de parte de las empresas, lo que incentiva a buscar financiamiento vía proveedores’, dice Bosler. Una situación que no es cómoda para las pequeñas empresas proveedoras. ‘Es muy importante que las empresas tengan conciencia que es importante respetar los plazos’, dice Mustakis, de Asech. ‘Es un tema ético: no está bien financiarse con el capital de otros, y menos con el de los emprendedores y las pymes’, indica.
Buenos y malos pagadores
Los hábitos de pago no son iguales entre empresas de distintas industrias. De los rubros estudiados, el sector de alimentos se mantiene como el mejor pagador, de acuerdo a una metodología que, además de los días que tarda el desembolso, considera los procesos de pago, el comportamiento del pagador, así como la aplicación de descuentos.
En este mercado, Agrosuper vuelve a ser la compañía que encabeza el segmento. De todos modos, es el sector salmonero el que muestra el menor tiempo de pago promedio, con apenas 30 días. Ahí destaca la empresa Blumar. La construcción se mantiene como el sector con los plazos más largos, con 93 días en promedio para sus pagos. El rubro comercio, que ha debido enfrentar el bajo dinamismo del consumo reciente, deterioró su calidad de los pagos y lo acompaña en el último lugar en el ranking
‘Llevamos dos trimestres de aumento en los plazos, lo que marca un cambio de tendencia en relación a trimestres anteriores’, dice Christopher Bosler, gerente general de la Bolsa de Productos. ‘Uno de los elementos a monitorear es el eventual ‘anclaje’ que pudiera estar produciéndose en torno a los 60 días que permitirá la ley durante los próximos dos años, lo que estaría en contraposición al espíritu de la norma. Sin embargo, al menos esto ayudaría a uno de los objetivos centrales de la nueva legislación y que es aumentar las certezas en las fechas de pago’, añade. De hecho, el estudio muestra que pese a que subió el período de pago promedio, menos empresas sobrepasaron el límite de los 60 días. Mientras que en el último trimestre de 2018 el 35% de las facturas eran pagadas por sobre ese plazo, en este inicio de 2019 ese porcentaje bajó a 28,8%. De todos modos, este avance no es suficiente para las firmas que buscan ser beneficiadas. ‘La Ley de Pago a 30 días entra en vigencia en mayo; todas las empresas van a tener que ajustar sus plazos para pagar en 60 días por dos años y después en 30 días’, dice Alejandra Mustakis, presidenta de Asech.
‘Por lo mismo, es lamentable ver que aún hay empresas que no se ajustan a esto. Las pymes son un 97% de las empresas en Chile, tenemos que darles oxígeno para operar correctamente y así tener una economía saludable’, agrega. Los autores del estudio mencionan, además, otra razón para este incremento en el período de pago promedio. ‘Creemos que el mayor dinamismo económico ha incrementado los requerimientos de capital de trabajo de parte de las empresas, lo que incentiva a buscar financiamiento vía proveedores’, dice Bosler. Una situación que no es cómoda para las pequeñas empresas proveedoras. ‘Es muy importante que las empresas tengan conciencia que es importante respetar los plazos’, dice Mustakis, de Asech. ‘Es un tema ético: no está bien financiarse con el capital de otros, y menos con el de los emprendedores y las pymes’, indica.
Buenos y malos pagadores
Los hábitos de pago no son iguales entre empresas de distintas industrias. De los rubros estudiados, el sector de alimentos se mantiene como el mejor pagador, de acuerdo a una metodología que, además de los días que tarda el desembolso, considera los procesos de pago, el comportamiento del pagador, así como la aplicación de descuentos.
En este mercado, Agrosuper vuelve a ser la compañía que encabeza el segmento. De todos modos, es el sector salmonero el que muestra el menor tiempo de pago promedio, con apenas 30 días. Ahí destaca la empresa Blumar. La construcción se mantiene como el sector con los plazos más largos, con 93 días en promedio para sus pagos. El rubro comercio, que ha debido enfrentar el bajo dinamismo del consumo reciente, deterioró su calidad de los pagos y lo acompaña en el último lugar en el ranking
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